Cayetana

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martes, 12 de marzo de 2013

CALAMBRES MUSCULARES


Un calambre es la contracción involuntaria y dolorosa de un músculo o un grupo muscular (ver Sistema Muscular). Se presenta generalmente en las extremidades, con mayor frecuencia en las piernas, afectando a la musculatura de la pantorrilla o a la parte posterior del músculo. Aparece en forma imprevista, a veces durante el sueño. Las fibras musculares se contraen intensamente durante unos segundos o algunos minutos provocando un dolor lacerante.

CAUSAS: Los calambres se pueden desencadenar por alteraciones en la circulación que originan un aporte sanguíneo deficitario a los músculos. La exposición al frío también puede desencadenar episodios de calambres; cuando esto se une a un cansancio físico importante se reúnen las condiciones que provocan los calambres en los nadadores de largas distancias.
Los atletas con un gran desarrollo muscular pueden padecer calambres ante traumatismos pequeños en determinados grupos musculares.
La sudoración excesiva que conduce a una pérdida importante de sal, puede también inducir los calambres, así como con la ingestión de grandes cantidades de alimento antes de realizar un ejercicio físico violento.

SÍNTOMAS: El músculo o grupo muscular afectado, se contrae violentamente produciendo un dolor muy agudo en la zona. Los esfuerzos para moverlo o relajarlo son inútiles. Los calambres son en sí mismos muy desagradables, pero no son peligrosos a no ser que se produzcan en un momento inoportuno. Una persona que está nadando alejada de la costa, puede ver su vida puesta en peligro por un calambre. Ante la aparición de un calambre debe detenerse la actividad física que se esté realizando y no intentar mantenerla a toda costa.
Aquellas personas que presentan calambres de forma persistente deben consultar a su médico para descartar la posibilidad de un problema circulatorio subyacente.

TRATAMIENTO: Los calambres provocados por alteraciones circulatorias deben ser interpretados como un síntoma más de un proceso que hay que diagnosticar y tratar adecuadamente. Los calambres ocasionales se tratan, en la mayoría de los casos, corrigiendo la situación que actúa como desencadenante de los mismos. Las personas que hacen deporte no deben comer inmediatamente antes de realizar ejercicios violentos. Cuando se practican deportes en pabellones cerrados, o en climas en los que se suda con especial intensidad, se deber ir sustituyendo la perdida de agua y sales de forma paralela para mantener el equilibrio hidroelectrolítico del organismo.
El masaje o manipulación de los músculos contraídos acelera la relajación muscular y, concretamente, alivia el dolor.
La mayoría de la gente afectada por los calambres lo esta de forma temporal recuperándose al poco tiempo.
 

Foto: CALAMBRES MUSCULARES

Un calambre es la contracción involuntaria y dolorosa de un músculo o un grupo muscular (ver Sistema Muscular). Se presenta generalmente en las extremidades, con mayor frecuencia en las piernas, afectando a la musculatura de la pantorrilla o a la parte posterior del músculo. Aparece en forma imprevista, a veces durante el sueño. Las fibras musculares se contraen intensamente durante unos segundos o algunos minutos provocando un dolor lacerante. 

CAUSAS: Los calambres se pueden desencadenar por alteraciones en la circulación que originan un aporte sanguíneo deficitario a los músculos. La exposición al frío también puede desencadenar episodios de calambres; cuando esto se une a un cansancio físico importante se reúnen las condiciones que provocan los calambres en los nadadores de largas distancias.
Los atletas con un gran desarrollo muscular pueden padecer calambres ante traumatismos pequeños en determinados grupos musculares.
La sudoración excesiva que conduce a una pérdida importante de sal, puede también inducir los calambres, así como con la ingestión de grandes cantidades de alimento antes de realizar un ejercicio físico violento. 

SÍNTOMAS: El músculo o grupo muscular afectado, se contrae violentamente produciendo un dolor muy agudo en la zona. Los esfuerzos para moverlo o relajarlo son inútiles. Los calambres son en sí mismos muy desagradables, pero no son peligrosos a no ser que se produzcan en un momento inoportuno. Una persona que está nadando alejada de la costa, puede ver su vida puesta en peligro por un calambre. Ante la aparición de un calambre debe detenerse la actividad física que se esté realizando y no intentar mantenerla a toda costa.
Aquellas personas que presentan calambres de forma persistente deben consultar a su médico para descartar la posibilidad de un problema circulatorio subyacente. 

TRATAMIENTO: Los calambres provocados por alteraciones circulatorias deben ser interpretados como un síntoma más de un proceso que hay que diagnosticar y tratar adecuadamente. Los calambres ocasionales se tratan, en la mayoría de los casos, corrigiendo la situación que actúa como desencadenante de los mismos. Las personas que hacen deporte no deben comer inmediatamente antes de realizar ejercicios violentos. Cuando se practican deportes en pabellones cerrados, o en climas en los que se suda con especial intensidad, se deber ir sustituyendo la perdida de agua y sales de forma paralela para mantener el equilibrio hidroelectrolítico del organismo.
El masaje o manipulación de los músculos contraídos acelera la relajación muscular y, concretamente, alivia el dolor.
La mayoría de la gente afectada por los calambres lo esta de forma temporal recuperándose al poco tiempo.

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