Cayetana

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viernes, 18 de enero de 2013

La succión del bebé y posiciones para amamantar



La succión del bebé es un proceso aprendido dentro del útero materno, es decir, cuando los bebés nacen ya saben mamar. En torno a las 16 semanas de embarazo, el feto deglute el líquido amniótico y en la semana 20 aparece el reflejo de succión; pero no se llegan a coordinar ambos reflejos hasta la semana 32 de gestación. Y precisamente, es por este motivo por el que los bebés prematuros que nacen antes de estas semanas no son capaces de alimentarse por sí mismos.

La succión correcta e incorrecta del bebé

Hablamos de una succión correcta, cuando ésta permite al bebé alimentarse sin producir molestias o dolor a la madre; mientras que una succión es incorrecta cuando como consecuencia de la misma tenemos grietas en los pezones, dolor, poca ganancia de peso, irritabilidad...

También podemos hablar de succión nutritiva, que es aquella cuya finalidad es alimentar al bebé; y una succión de “consuelo”, cuando el bebé usa el pecho materno como un “chupete” para calmarse o sentirse seguro. No hay que despreciar, ni intentar eliminar ésta última, ya que es una oportunidad óptima para que la madre acaricie a su hijo, le hable, le cante...

Nuestro hijo, como todas las crías mamíferas, es capaz de alcanzar el pecho e iniciar la lactancia por si mismo, si se lo permitimos. Se ha visto que, en cuestión del agarre del bebé al pezón y al pecho, va mejor si dejamos que éste surja de forma espontánea, sin usar técnicas. Podemos “echarle una mano”, sujetando el pecho entre el dedo pulgar e índice, y dejar que él mismo lo busque y se agarre.

Cómo identificar un buen agarre del bebé al pecho materno
Éstos signos pueden ayudar a la madre a identificar un buen agarre:

1. El mentón y la nariz del bebé están cerca del pecho de la madre.
2. Los labios del bebé están evertidos, sobre todo el inferior, bien doblado hacia abajo.
3. La boca del bebé está bien abierta.
4. Se observa más areola por encima de la boca del bebé que por debajo.

Posición del bebé al pecho materno
Existen muchísimas posiciones, todas ellas válidas, e incluso recomendables, ya que combinarlas permite vaciar correctamente todos los conductos, y evitar la posible aparición de mastitis. Para valorar si la posición es correcta, nos podemos guiar de lo siguiente:

1. La cabeza y el cuerpo del bebé están en línea recta.
2. La cara del bebé mira hacia el pecho.
3. La madre mantiene el cuerpo del bebé cerca de ella.
4. Si el bebé es un recién nacido, la madre lo envuelve en un abrazo. No lo sujeta solamente de la cabeza y los hombros.

Los signos de una buena succión del bebé
En un principio, la succión es rápida y superficial, lo que estimula el reflejo de eyección de la leche materna. Después de alrededor de un minuto cambia a succiones lentas y profundas, con pausas intermedias. El ritmo normal de la succión de un recién nacido es de ciclos encadenados de 10 a 30 succiones, en los que el bebé respira con normalidad sin necesidad de interrumpir la succión. Lo normal es que, si hay silencio ambiental, puedas escuchar como traga durante unos minutos en cada toma, mientras observas un movimiento mandibular amplio.

Además, la madre que está dando el pecho a su bebé podrá ver que:

1. La lengua del bebé está debajo de la areola.
2. Se observa un movimiento en el punto de articulación de la mandíbula.
3. La mejillas no se hunden, sino que se ven redondas y llenas.

Fuente:
Sara Cañamero de León
Matrona del Hospital Virgen del Camino, en Pamplona (España)
Blog MatronaMadrid
Especialidad en Enfermería Obstétrico-Ginecológica
 
 

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