Tan azul y tan grande,
tan salado y tan bello.
Me mata la pena
por no tenerte cerca.
Por no poder tocarte,
por no poder bañarme.
Sólo me queda soñar,
que algún día estarás
tan cerca de mí,
para no llorar por tí! (@nikachocolate)
Cayetana
viernes, 1 de agosto de 2014
viernes, 10 de enero de 2014
Alerta médica para niños que tomen JUNIFEN
Alerta médica para niños que tomen JUNIFEN
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, la AEMPS, ha ordenado la retirada, por precaución, del medicamento destinados a los niños llamado JUNIFEN 4% SUSPENSIÓN ORAL correspondiente al LOTE G07, que corresponde a jarabes de 150 miligramos que contienen ibuprofeno, ha sido también retirado de las líneas de distribución debido a que se ha hallado en ellos un recuento de hongos y levaduras totales "fuera de especificaciones", como puede leerse en la alerta farmacéutica remitida por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que pide, además, que las comunidades autónomas realicen un seguimiento de su correcta retirada.
En la web de la
AEMPS se avisa de las medidas cautelares adoptadas: retirada del
mercado de todas las unidades distribuidas del lote G07 y devolución al
laboratorio por los cauces habituales. Más información en
http://bit.ly/1212H77
Si
tenéis en casa el medicamento correspondiente al lote afectado de
Junifen, hay que llevarlo a la farmacia. Se supone que el resto de lotes
disponibles en el mercado no presentan anomalías y pueden seguir
tomándose con normalidad.
El
JUNIFEN es un ibuprofeno en jarabe que se presenta en frascos de 150 ml
destinado especialmente para niños menores recomendado para
inflamaciones, dolores y fiebre.No son como nos lo contaron
Precioso!!!No he podido resistirme a compartirlo con todas vosotras!!!
No. Los bebés no son como nos lo contaron. A los bebés no les gusta dormir en cuna. Rodeados de barrotes. Presos en una jaula. No. Los bebés quieren dormir junto al cuerpo de su mami, calentitos, seguros, amparados, amados, tocados.
No. Los recién nacidos no quieren siquiera estar en posición horizontal. Quieren dormir en tu pecho, en vertical, meciéndose al arrullo de tu corazón. En horizontal su digestión se ralentiza, vomitan, buchean, cogen cólicos, se asustan, se sienten vulnerables.
No. Los bebés no se acostumbran a los brazos: ya nacen acostumbrados. Desde el principio saben bien lo que es bueno.
No. Los bebés no duermen toda la noche. Se despiertan a cada rato. Para comer y para no comer. Para comprobar que estás a su lado y que los estás cuidando. Para cerciorarse de tu presencia, que es su seguridad. Para tocarte y olerte.
No. Los bebés no quieren estar solos. No quieren perderte de vista ni un minuto, quieren estar junto a ti, en el centro de la vida.
No. Los bebés no quieren jugar solos en un corral. Quieren jugar contigo, sonreír, ser atendidos, treparte por encima, gatear por el salón.
No. Los bebés no quieren tomar leche de otra especie. Quieren leche de la suya, de la que sabe a mamá.
No. Los bebés no quieren chupar todo el día un trozo de plástico. Quieren chupar tus pechos, sus manitos, tus dedos… piel humana.
No, los bebés no quieren que los vistas, ni que les pongas tejidos picones, pendientes en las orejas, ropas apretadas, cintas, encajes y otras cosas molestas. Quieren estar desnudos, correr sin zapatos, disfrutar del tacto de la naturaleza en su piel, del piel con piel contigo.
No. Los bebés no quieren estar quietos. Quieren que te muevas, que los mezas, los arrulles, que andes y pasees, y los lleves contigo. En cuanto pueden, quieren gatear, correr, saltar, explorar, llegar a todas partes…
Sí. Los bebés son curiosos por naturaleza. Quieren y deben tocarlo todo. Incluidas esas cosas que más tú tocas: los mandos, los relojes, los teléfonos, los equipos informáticos…Su riqueza sensorial se desarrolla a partir de ahí.
No. Los bebés aprenden lo que viven. Si siempre oyen “no”, pronto a todo te dirán no. Si a todo tienes miedo, pronto a todo tendrán miedo.
No. Los bebés no son alto-demandantes. Somos nosotros los bajo-tolerantes, los bajo-pacientes, los bajo-disponibles, los bajo-respondedores.
No. Los bebés no quieren que los dejes. Quieren ir contigo a todas partes, eres su ejemplo, su seguridad, su referente, su único universo.
Te guste o no te guste, así son los bebés humanos, primates, mamíferos. Si quieres comprobarlo, tan solo ten uno. Ninguna otra especie desconoce y putea tanto a sus propias crías. Si queremos un mundo un poquito más humano, bien haríamos en comprenderlo.
No son como nos lo contaron. Son infinitamente mejores y más inteligentes. Cualquiera que ve a estas crías diría: ¡qué especie tan avanzada! ¿Y cómo se convirtieron en lo que hay?
Ileana Medina
No. Los bebés no son como nos lo contaron. A los bebés no les gusta dormir en cuna. Rodeados de barrotes. Presos en una jaula. No. Los bebés quieren dormir junto al cuerpo de su mami, calentitos, seguros, amparados, amados, tocados.
No. Los recién nacidos no quieren siquiera estar en posición horizontal. Quieren dormir en tu pecho, en vertical, meciéndose al arrullo de tu corazón. En horizontal su digestión se ralentiza, vomitan, buchean, cogen cólicos, se asustan, se sienten vulnerables.
No. Los bebés no se acostumbran a los brazos: ya nacen acostumbrados. Desde el principio saben bien lo que es bueno.
No. Los bebés no duermen toda la noche. Se despiertan a cada rato. Para comer y para no comer. Para comprobar que estás a su lado y que los estás cuidando. Para cerciorarse de tu presencia, que es su seguridad. Para tocarte y olerte.
No. Los bebés no quieren estar solos. No quieren perderte de vista ni un minuto, quieren estar junto a ti, en el centro de la vida.
No. Los bebés no quieren jugar solos en un corral. Quieren jugar contigo, sonreír, ser atendidos, treparte por encima, gatear por el salón.
No. Los bebés no quieren tomar leche de otra especie. Quieren leche de la suya, de la que sabe a mamá.
No. Los bebés no quieren chupar todo el día un trozo de plástico. Quieren chupar tus pechos, sus manitos, tus dedos… piel humana.
No, los bebés no quieren que los vistas, ni que les pongas tejidos picones, pendientes en las orejas, ropas apretadas, cintas, encajes y otras cosas molestas. Quieren estar desnudos, correr sin zapatos, disfrutar del tacto de la naturaleza en su piel, del piel con piel contigo.
No. Los bebés no quieren estar quietos. Quieren que te muevas, que los mezas, los arrulles, que andes y pasees, y los lleves contigo. En cuanto pueden, quieren gatear, correr, saltar, explorar, llegar a todas partes…
Sí. Los bebés son curiosos por naturaleza. Quieren y deben tocarlo todo. Incluidas esas cosas que más tú tocas: los mandos, los relojes, los teléfonos, los equipos informáticos…Su riqueza sensorial se desarrolla a partir de ahí.
No. Los bebés aprenden lo que viven. Si siempre oyen “no”, pronto a todo te dirán no. Si a todo tienes miedo, pronto a todo tendrán miedo.
No. Los bebés no son alto-demandantes. Somos nosotros los bajo-tolerantes, los bajo-pacientes, los bajo-disponibles, los bajo-respondedores.
No. Los bebés no quieren que los dejes. Quieren ir contigo a todas partes, eres su ejemplo, su seguridad, su referente, su único universo.
Te guste o no te guste, así son los bebés humanos, primates, mamíferos. Si quieres comprobarlo, tan solo ten uno. Ninguna otra especie desconoce y putea tanto a sus propias crías. Si queremos un mundo un poquito más humano, bien haríamos en comprenderlo.
No son como nos lo contaron. Son infinitamente mejores y más inteligentes. Cualquiera que ve a estas crías diría: ¡qué especie tan avanzada! ¿Y cómo se convirtieron en lo que hay?
Ileana Medina
miércoles, 1 de enero de 2014
UN AMIGO VERDADERO.
“Mi amigo no ha regresado del Campo de Batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo” dijo un soldado a su teniente.
“Permiso denegado”, replicó el oficial, “no quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto”.
El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso: “Ya le dije yo que había muerto! Dígame: merecía la pena ir allá para traer un cadáver?”
Y el soldado, respondió: “Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: ¡Estaba seguro que vendrías!
“UN AMIGO ES AQUEL QUE LLEGA CUANDO TODO EL MUNDO SE HA IDO”
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