Son los grandes olvidados. Soportan todo el peso de nuestra vida y, sin embargo, apenas se les presta atención. Lo que la mayoría de personas desconoce es que en la planta de los pies se esconde un poderoso autorregulador corporal que ayuda a potenciar la salud y el equilibrio. La reflexología podal es una herramienta perfecta para estimular ese gran poder, ya que mediante la presión y los masajes en determinados puntos del pie pueden generarse efectos muy positivos en el resto del organismo. Existen cursos dirigidos especialmente a bebés de pocos meses y niños, en los que se enseña a sus padres cómo tocar en los puntos reflejos según el efecto deseado.
«Cuando tocamos los puntos reflejos muchas veces la respuesta es inmediata», asegura Ruiz de Apodaca
Los bebés y los niños son muy receptivos a la estimulación de las zonas reflejas del pie:
 «El cuerpo de un niño o de un bebé es totalmente virgen, no ha tenido 
tiempo de ser contaminado por demasiada medicación, por la mala 
alimentación, etc., por eso la reflexología funciona tan bien en ellos. 
Cuando tocamos a nuestros hijos los puntos reflejos muchas veces la 
respuesta es inmediata al masaje», asegura María Ruíz de Apodaca, diplomada por la Asociación Española de Reflexología Infantil (www.mismanosentuspies.com).
 Esta técnica, prosigue la reflexóloga Esther Vega, «se convierte en un 
gran aliado de los padres a la hora de transmitir a sus hijos la 
sensación de tranquilidad, confianza y seguridad». «No olvidemos que una
 necesidad muy importante de los bebés, incluso por encima de comer, es 
el contacto físico, pues les hace sentir seguros y queridos».
El arte de tocar
La reflexología podal y, en concreto, la infantil, puede contribuir a solucionar aquellas dolencias propias de cada edad ya
 que, aunque el niño crezca, el mapa podal es el mismo, pero a menor 
escala. «Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que los pies de
 los bebés son más sensibles, por lo que la presión que se ejerce debe 
ser menor», afirma Ángeles Hinojosa, terapeuta psico-corporal y creadora del método de reflexología podal que lleva su nombre (www.reflexologiainfantil.org).  
«No es solo un masaje para relajar, 
que para eso ya está el masaje infantil, que también es maravilloso», 
puntualiza Ruíz de Apodaca. Entre otros beneficios de esta práctica, 
enumera esta especialista, «se encuentran el desarrollo del sistema 
inmunológico para proteger al bebé de todos los virus y gérmenes del 
ambiente, potenciar las defensas ante los resfriados, anginas, otitis, 
dolor de dientes... etc». «Puede sernos de utilidad incluso cuando se 
produce el paso a la guardería. En este caso, tocar sus pies un ratito 
cada noche, mientras se les cuenta un cuento, por ejemplo, ayuda a 
mantener su sistema nervioso equilibrado, aliviando tensiones y 
proporcionándoles autoconfianza», concluye.
 http://www.abc.es/familia-vida-sana/20130128/abci-poder-pies-201301231452.html
un entrada muy interesante yo que tengo niños pequeños esta genial
ResponderEliminarana de http://entrepucherosypruebas.blogspot.com.es/