Precioso!!!No he podido resistirme a compartirlo con todas vosotras!!!
No. Los bebés no son como nos lo contaron. A los bebés no les gusta 
dormir en cuna. Rodeados de barrotes. Presos en una jaula. No. Los bebés
 quieren dormir junto al cuerpo de su mami, calentitos, seguros, 
amparados, amados, tocados.
No. Los recién nacidos no quieren siquiera estar en posición 
horizontal. Quieren dormir en tu pecho, en vertical, meciéndose al 
arrullo de tu corazón. En horizontal su digestión se ralentiza, vomitan,
 buchean, cogen cólicos, se asustan, se sienten vulnerables.
No. Los bebés no se acostumbran a los brazos: ya nacen acostumbrados. Desde el principio saben bien lo que es bueno.
No. Los bebés no duermen toda la noche. Se despiertan a cada rato. 
Para comer y para no comer. Para comprobar que estás a su lado y que los
 estás cuidando. Para cerciorarse de tu presencia, que es su seguridad. 
Para tocarte y olerte.
No. Los bebés no quieren estar solos. No quieren perderte de vista ni
 un minuto, quieren estar junto a ti, en el centro de la vida.
No. Los bebés no quieren jugar solos en un corral. Quieren jugar 
contigo, sonreír, ser atendidos, treparte por encima, gatear por el 
salón.
No. Los bebés no quieren tomar leche de otra especie. Quieren leche de la suya, de la que sabe a mamá.
No. Los bebés no quieren chupar todo el día un trozo de plástico. 
Quieren chupar tus pechos, sus manitos, tus dedos… piel humana.
No, los bebés no quieren que los vistas, ni que les pongas tejidos 
picones, pendientes en las orejas, ropas apretadas, cintas, encajes y 
otras cosas molestas. Quieren estar desnudos, correr sin zapatos, 
disfrutar del tacto de la naturaleza en su piel, del piel con piel 
contigo.
No. Los bebés no quieren estar quietos. Quieren que te muevas, que 
los mezas, los arrulles, que andes y pasees, y los lleves contigo. En 
cuanto pueden, quieren gatear, correr, saltar, explorar, llegar a todas 
partes…
Sí. Los bebés son curiosos por naturaleza. Quieren y deben tocarlo 
todo. Incluidas esas cosas que más tú tocas: los mandos, los relojes, 
los teléfonos, los equipos informáticos…Su riqueza sensorial se 
desarrolla a partir de ahí.
No. Los bebés aprenden lo que viven. Si siempre oyen “no”, pronto a 
todo te dirán no. Si a todo tienes miedo, pronto a todo tendrán miedo.
No. Los bebés no son alto-demandantes. Somos nosotros los 
bajo-tolerantes, los bajo-pacientes, los bajo-disponibles, los 
bajo-respondedores.
No. Los bebés no quieren que los dejes. Quieren ir contigo a todas 
partes, eres su ejemplo, su seguridad, su referente, su único universo.
Te guste o no te guste, así son los bebés humanos, primates, 
mamíferos. Si quieres comprobarlo, tan solo ten uno. Ninguna otra 
especie desconoce y putea tanto a sus propias crías. Si queremos un 
mundo un poquito más humano, bien haríamos en comprenderlo.
No son como nos lo contaron. Son infinitamente mejores y más 
inteligentes. Cualquiera que ve a estas crías diría: ¡qué especie tan 
avanzada! ¿Y cómo se convirtieron en lo que hay?
Ileana Medina

Cuanta razon Ana
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