Nuestro cuerpo se comunica con nosotros a través de dolores, molestias y enfermedades, señalándonos aquel 
 aspecto de nuestra vida que debemos trabajar. Algunos ejemplos son:
 
 • Falta de concentración y/o memoria. Expresa: exceso de estímulos, 
vulnerabilidad. Requiere: controlar del estrés, neutralizar los 
estímulos, ordenar y organizar.
 
 • Dolor o molestia en los hombros. Expresa: conflictos con la cooperación y/o la capacidad de delegar. Requiere: solidaridad, entrega y confianza.
 
 • Alergias. Expresa: susceptibilidad de situaciones y acciones ajenas, 
baja tolerancia al estrés y los estímulos, una reacción excesiva ante lo
 peligroso, un bajo registro de la propia agresividad. Requiere: 
tolerancia a lo diferente. 
 
 • Constipación. Expresa: 
resistencia para soltar o desechar aquello que no produce beneficios. 
Requiere: reconocimiento de aquello que necesita una transformación, y 
acciones concretas dirigidas hacia el cambio.
 
 • Gastritis. Expresa: agresividad que no está saliendo encauzada de manera eficaz, e intolerancia. Requiere: 
 selecciona situaciones de vida y relaciones en la que se elige estar involucrado. Desarrollar la capacidad de 
 aceptación y tolerancia.

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