Lavarse las manos con agua y jabón evita la transmisión de enfermedades
Estamos en pleno siglo XXI y la medicina ha avanzado muchísimo, existe
diagnóstico genético para muchas enfermedades, algunas enfermedades que
eran incurables están casi erradicadas, se investiga sobre células
madre, los libros ya no son de papel, y los teléfonos ya no tienen
teclas. Los padres nos preocupamos y nos informamos de cómo se llama la
enfermedad que tienen nuestro hijo, de
los síntomas, de posibles tratamientos, de las vacunas, de si una cosa
es mejor que la otra...y a veces entre tanto avance y tanta tecnología,
se nos olvida una de las cosas más básicas como es el lavado de manos.
Por qué es tan importante lavarse las manos
El lavado de manos es la mejor herramienta y la más barata para evitar
la propagación de microorganismos y es fundamental para proteger a
nuestros pequeños de las enfermedades.
Es tan importante, que
desde el 2008 la Alianza Público-Privada Para Promover el Lavado de
Manos, integrada, entre otros por UNICEF, USAID, Centros de prevención y
control de enfermedades, etc... decidieron establecer el 15 de Octubre
como el Día Mundial del Lavado de Manos. Lavarse las manos no tiene una
razón educacional exclusivamente, sino que tiene una razón de ser de
mucho más peso, la salud de nuestros pequeños. Debemos ser conscientes
de la importancia del lavado de manos, para poder transmitirla a
nuestros hijos, y ser capaces de mostrarles cuándo y cómo nos debemos
lavar las manos. El lavado de manos con jabón interrumpe la cadena de
transmisión de enfermedades. Las manos actúan como vectores, es decir,
llevan “pegados” los microorganismos pudiendo contagiar enfermedades de
persona a persona ya sea a través del contacto directo o indirectamente a
través de las superficies. Por eso, lavarse las manos no sólo previene
de los resfriados, si no que también previene la propagación de
enfermedades más serias como meningitis, gripe, bronquiolitis,
conjuntivitis, hepatitis A, y diarreas infecciosas. De hecho los
estudios revelan que el lavado de manos con agua y jabón reduce casi a
la mitad la incidencia de diarrea y un 25% la tasa de infecciones
respiratorias.
Cómo debemos lavarnos las manos
Los padres
debemos enseñarles esta rutina, aunque también lo hagan en los colegios y
una manera de hacerlo es lavarnos las manos con ellos. El lavado de
manos para que sea efectivo se debe realizar con agua y jabón, no es
suficiente lavarse las manos con agua sola. Mojar las manos con agua
tibia. El agua no debe estar demasiado caliente para no dañar la piel
del niño. Utilizar jabón y frotar las manos durante unos 20 segundos (
no hace falta utilizar jabón anti-bacteriano), cualquier jabón es bueno.
Se debe lavar bien el área entre los dedos y debajo de las uñas que es
donde se acumulan los gérmenes. Tampoco debemos olvidar las muñecas.
Enjuagar bien las manos y secarlas bien con una toalla limpia y seca.
Cuándo debemos lavarnos las manos
Antes de comer o de manipular alimentos
Después de ir al baño o cambiar el pañal
Después de tocar animales, aunque sean nuestras mascotas
Después de limpiar la casa
Después de toser, estornudar o sonarse la nariz
Después de estar jugando, de venir del parque, piscina...etc
Después de visitar o cuidar a alguien enfermo
Después de manipular la basura
Las dos primeras son los momentos más importantes para el lavado de
manos. Además de asegurar un buen lavado de manos, debemos intentar
mantener las uñas cortas y limpias, ya que ahí es donde se suelen
esconder los microorganismos. El tiempo que gastamos lavando las manos
de nuestros hijos, no es tiempo perdido, sino que es una inversión para
su salud.
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