Según la leyenda... dos amigos del niño Jesús, apenados de verle
siempre descalzo, debido a la pobreza de su familia, decidieron darle
sus propios zapatos; y para que tuvieran mejor aspecto, los niños
quisieron que estuvieran lo más limpios posible
, así que los lavaron, y los dejaron por la noche en el balcón para que se secaran.
Pero al día siguiente, los zapatos aparecieron llenos de regalos y
dulces, como premio a sus buenas intenciones. Los Reyes Magos habían
pasado aquella noche por allí y habían recompensado la bondad de los dos
niños con los dulces y regalitos.
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