Retirarse no es rendirse,
ni estar en contra es agredir.
Cambiar no es hipocresía
y derrumbar no es destruir.
Estar a solas no es apartarse,
y el silencio no tener qué decir.
Quedarse quieto no es por pereza,
ni cobardía es sobrevivir.
Sumergirse no es ahogarse,
ni retrocedes para huir.
No se desciende trastabillando,
ni el cielo ganas por bien sufrir.
Y las condenas no son eternas,
ni por perdones vas a morir.
A veces, sólo a veces...
Hace falta lograr soltarse,
izar las velas, abandonarse,
dejar que fluya, que el viento cambie,
cerrar los ojos y enmudecer.
María Guadalupe Munguía Tiscareño(2009)
Estar a solas no es apartarse,
y el silencio no tener qué decir.
Quedarse quieto no es por pereza,
ni cobardía es sobrevivir.
Sumergirse no es ahogarse,
ni retrocedes para huir.
No se desciende trastabillando,
ni el cielo ganas por bien sufrir.
Y las condenas no son eternas,
ni por perdones vas a morir.
A veces, sólo a veces...
Hace falta lograr soltarse,
izar las velas, abandonarse,
dejar que fluya, que el viento cambie,
cerrar los ojos y enmudecer.
María Guadalupe Munguía Tiscareño(2009)
Muchísimas gracias por tu gentileza y que sepas que me siento muy honrada de que tengas publicado mi poema en tu espacio. Estoy a tus órdenes y te dejo un abrazo fraternal.
ResponderEliminarBuenos dias. Tenemos un espacio de radio "Poemas y relatos cortos" y me encantaria poder leer tu poema en antena. Solicito tu permiso.Saludos
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